La roca del tiempo OBRA
El cuaderno negro
El cuaderno negro fue un proyecto en el que se realizaron imágenes que reflexionan sobre la contemplación en el vacío. Fue una experimentación dirigida al lector. El libro-pintura no tuvo una coherencia secuencial, se compone de fragmentos, sus páginas se articulan de forma aislada, aleatoria. La técnica es inestable y se trabajó con respecto a situaciones azarosas e inconscientes. De facto es poesía visual que vuela en lo imprevisto. Trabajé con imágenes que manipulé con el uso de tecnología y medios tradicionales para obtener un resultado gráfico-pictórico-caligráfico. La intención fue propiciar una ficción, una farsa, una risa espontánea, provocar el pensamiento sobre el otro, cosa que dudo, en la ironía. Se transgrede en el sentido de repetición del juego, no existe el fastidio de la reiteración técnica. Lo inmediato de la experiencia actúa en un recorrido a la deriva. Azar y vacío, vagar y hastío. Como último fin fue generar una transferencia en el observador, provocar una lectura de significantes. El proyecto estuvo en proceso continuo, llevó 4 años realizarlo, y me dispuse a darle fin en un momento impreciso, y cuyas circunstancias ignoro. Por su naturaleza en curso no me interesaba tener un producto de exhibición final, se mediatizó en el instante de su gestación. Se diseminó por el Internet, se distribuía para ser observado en medios digitales, fuera de espacios físicos representativos de la esfera quebradiza del arte. Durante algún tiempo observé que lo que sintetizaba mi trabajo era el acto, el tiempo, y su movilidad. Lo que me interesó es el trayecto a pesar del destino u obra a la que se llega como producto, objeto, fueron los procesos intangibles, moradas metamórficas. La creación, sustitución, destrucción de valores y sentidos creó variables y abrió para mí campos inexplorados. Por un lado es efímero porque no se regresa, por otro lado queda una huella o surco de ciertas situaciones. Recorrido es vagar, deambular, reconocer, perderse, volver o no volver. Me interesó el recorrido por el que se va en una serie de acciones tales como búsqueda, recopilación, clasificación, comparación, relación, y discernimiento de sus elementos. A partir de ahí, mediante la intuición incidir sobre el que mira en una intención libre, que desata múltiples mensajes y detona múltiples propuestas para distintas, infinitas lecturas. En cuanto a su fabricación es digital e impresa. El impreso fino es de una selección de páginas, en gran formato (1.20×40 cm aprox). Es variable su presentación, en algunas muestras se han realizado afiches de 60×90 cm puestos sobre el piso para los visitantes, en otras ocasiones se hacen copias finas para montar en pared. Depende en todo caso del lugar y la relación que se establezca para exponer el cuaderno. El motivo del impreso fino es para que se pueda ver en un tamaño mayor y se aprecie en la plenitud sus detalles. Además, porque los artistas no debemos morir de hambre, le confiero un fin comercial para que las hojas-pinturas habiten un espacio vivo. El libro en digital se exhibe en su totalidad en un dispositivo electrónico empotrado a pared. Así como también se puede consultar mediante la web en formato de libro entero. Desde el principio se planteó ser un proyecto en proceso perpetuo y sin fin predeterminado.